viernes, 26 de diciembre de 2008

El mérito de los campeones

Se dio lo que, para muchos, estaba en los planes. Boca es el nuevo campeón del torneo Apertura argentino. Con partidos bien jugados, con otros no tanto y con un plantel acortado por las diferentes lesiones y circunstancias logró concretar en la vitrina aquello que trató de engendrar a lo largo del último semestre.
Quizás sea poco cuantitativo o probablemente, lejano a lo propuesto por el plano futbolístico; pero en los papeles, Boca es el campeón con más merito que se recuerden en los anteriores años. He aquí que de aquellas filas con grandes jugadores, caso J. R. Riquelme, R. Palacio, M. Palermo y el por momento, en duda a ser convocado por Alfio Basile a la selección nacional, M. Caranta estuvieron poco y nada en el largo transcurso de éste torneo. Es por eso que el xeneize debió sacar a relucir lo trabajado en muchos años, debió promover futbolístas que tenían poco rodaje en primera división y hacerles entender a los mismos que estaban a cargo de la disputa, primero de la Copa Sudamericana, y luego del campeonato argentino. La labor de los encargados de las inferiores se vieron a la luz. Gran mérito para Alves, Cascini, Mouzo, Pompei, entre otros.
Los chicos crecieron de golpe. Es asi como Javier García, Forlín, Roncaglia, Fondacaro y Muñoz, Benavidez, Pochi Chávez, Gaitán, Noir, Viatri, Phillipe y Mouche pasaron de ser los niñitos xeneizes a tener la gran responsabilidad de comenzar a ejercer aquello que estuvieron aprendiendo desde la infancia. Gran mérito para ellos.
Gran mérito para los de siempre, para los caudillos, para los futbolístas que supieron ganar todo y nunca se conformaron, y por haber sabido aconsejar como era el mundo Boca a tanta infantilidad.
Gran mérito para Carlos Ischia que pese a todas las presiones supo meter mano en un equipo repleto de lesiones, con varios puntos importantes en baja (caso Palermo, Palacio, Paletta) sabiendo suplirlos mirando hacia abajo, en su propio club (excepto Figueroa).
Pero no sería lícito no recordar al otro meritorio de este campeonato, al Tigre de Diego Cagna, que sin mucho armamento encontró un lugar en la batalla y supo como defenderse, pelear y llegar al fin con sus hombres en lo más alto del honor, inclusive ganarle al mismísimo campeón las dos veces que lo enfrentó. Tigre, también fue campeón.

El mérito es para quienes con lo que tuvieron, lograron hacerle sentir esa sensación de que "aún se puede" al hincha; nunca hay que darse por vencido. Si se está once puntos por debajo, hay que seguir peleando; si se llega a la punta cuando muchos miran a otros, es porque se están haciendo las cosas bien y ese es el camino que hay que seguir.

Salud a los campeones...



Los goles del campeón

1 comentario:

Izhak dijo...

¡Hola Pablo!

Soy Walter (o Wally, según la conveniencia). Izhak es el nick que uso en los blogs.

Te soy sincero: de fútbol no sé ni entiendo nada, así que por más que lea y relea, es como tratar de que llueva para arriba. Igual me hice seguidor de este blog y del otro que tenés: Desempleo y educación. Este último sí lo entiendo, y comparto lo que decís.

¡Te dejo un saludo y muchas bendiciones!