martes, 24 de abril de 2007

Salud Campeón

Hoy gentilmente le cedí el espacio de publicación al señor Jorge Mancini. Espero que les guste el artículo y puedan opinar también. Muchas Gracias.

Pablo Mosquera

Tenía pensado arrancar esta columna opinando sobre la exitosa campaña de San Lorenzo, comentar la importante victoria del equipo de Russo e intentar analizar el mal funcionamiento de River Plate. Pero voy a dejar que otros se ocupen de lo netamente deportivo, para pasar a comentarles algo de lo que pocos hablan en los medios y que como aficionado del fútbol local me avergüenza mucho y que tiene que ver con la definición del campeonato anterior de la B metropolitana.
Durante el año pasado, mientras todos disfrutamos de la electrizante final entre Boca y Estudiantes, pocos se enteraron que en una de las categorías del ascenso argentino el desenlace de un campeonato termino otorgándoles el titulo de campeón a dos equipos.
Estudiantes de Buenos Aires y Deportivo Morón se reforzaron para obtener el campeonato apertura y de esa manera alcanzar lo pasibilidad de poder disputar la final por el tan anhelado ascenso a la B nacional. Lo que ignoraban hinchas, dirigentes, cuerpo técnico y jugadores era que el final de la temporada los encontraría en lo más alto de la tabla y con igual cantidad de puntos. Aunque uno con mayor fortuna que otro. La ultima fecha del campeonato era totalmente emotiva 3 equipos con chances de campeonar. Estudiantes de Buenos Aires, que recibía al equipo de Giunta, Almirante Brown y Deportivo Morón con un marco de 20 mil personas esperaba a Social Español (sin posibilidades). Morón dependía de si mismo, con un empate se consagraba campeón, pero una serie de fallos erróneos del juez de línea y una pifia del marcador central del gallito provoco lo inesperado Español lograba la hazaña y conseguía tres puntos de visitante frente a uno de los equipos mas importantes de la categoría. Esto es una crónica vieja, pero lo interesante trasciende en la insólita definición del campeonato.
Estudiantes, el equipo de Caseros, alcanzaba a los del oeste en cantidad de puntos y le arrebataba lo más alto del podio a los de Daniele por una regla que establece que los campeonatos de esa categoría se definen por diferencia de gol. Lo que sigue es una serie de incidentes que todos conocemos, incidentes que aun tienen vigencia y que por ejemplo le impiden a Morón jugar de local y frente a su publico.
Más allá de este repaso, que más que nota de opinión se parece a un anuario deportivo, lo rico para al análisis es lo siguiente. Si tomamos como ejemplo la máxima categoría del fútbol local el campeonato tendría que haberse definido con un partido desempate en cancha neutral, pero en el ascenso la historia es otra y los intereses que lo rigen también.
Desde mi humilde lugar como comunicador y asumiendo la responsabilidad que eso implica quiero rendirles un sentido homenaje a Daniele y sus once soldados así como también a los hinchas que llenaron los estadios. Aunque la gloria, la emoción, la vuelta olímpica. La posibilidad de disputar la final por el ascenso, la chance de pasar a la historia grande la institución y otros tantos premios se los hallan llevado a Caseros quiero decirles ¡¡¡SALUD CAMPEON!!!


Jorge Víctor Mancini

martes, 10 de abril de 2007

Y los chicos crecen...


Que tisteza. No es una buena noticia. Se van y quien sabe si algún día volverán; en realidad, nunca serán lo que alguna vez se esperó de ellos. Posiblemente sean mejores (ojalá) pero lo cierto es que desde que se van, o mejor dicho, desde que ponen sus maletas en el avión, dejan un mundo de ilusiones, de sentimientos, de anhelos y por que no, nacionalismo.
Se trata de ellos, de los chicos que se van a jugar a otro país sin haber debutado en Primera división aquí, en Argentina. Esta claro que, como dicen algunos, ya no es el mismo fútbol que antes; ahora se vive más que por una pelota. Pero está de moda que los proyectos de futbolistas huyan del país hacia “un mundo mejor” por el solo hecho de que haya les dan trabajo a sus padres, bienestar y quien sabe cuantas cosas mas. Sin embargo, la sola respuesta a tantos interrogantes reside en el hecho de que los nenes ya no son lo que alguna vez fueron. Crecieron de golpe y sus mismos padres necesitan “no trabajar” y por eso los usan como escudo económico. Que triste.
Yo soy de la camada que vio jugar a los Agüero, los Gago, los Higuain (privilegiados técnicamente) pero… ¿Los vi jugar? ¿Cuánto? ¿Un año? ¿Dos? ¿Quién tiene la culpa, ellos mismos, sus representantes o los dirigentes? Bueno, ustedes decidirán. Pese a todo, ellos jugaron en Primera. En este momento, hay chicos que se están yendo por la puerta de atrás de los clubes que los vieron nacer para jugar en otro, quizas peor (ojo, pero de Europa), por algunos pesos.
Otra cosa, me dijeron que Diego antes de irse a Barcelona estuvo tres añitos jugando en Argentina, y que pasó por dos clubes para poder llegar a Europa… y era Diego. Ah, y ¿Ramoncito? No, quédense tranquilos que el DT de San Lorenzo tuvo que meter 57 goles en tres años para luego arribar al viejo continente. ¿Otro? OK, Bati. En cuatro años, cuatro clubes. (No crean que esté comparando…).
Para terminar, éstos nenes que se van ¿Serán los futuros Maradona, Díaz y Batistuta o los disfrutarán los españoles, italianos, israelíes? Y que va a hacer, habrá que ponerse contentos con verlos jugar...

lunes, 2 de abril de 2007

Líderes del Fútbol


Quizás no sea del todo bueno comenzar el comentario de la fecha con una pregunta, pero pareciera ser que la incógnita sigue en pie, que lo que muchos dirigentes del fútbol argentino, por más dinero que tengan, y muchos contactos que muevan, no sean capaces de responder al fenómeno , por así decirlo, de la violencia. Si ellos, quienes están dentro, no pueden dar una respuesta certera del por qué, como lo haremos nosotros. Por eso, ¿es posible que al fútbol, al tercer mejor negocio mundial (detrás de la prostitución y las telecomunicaciones), lo puedan manejar unos pocos inadaptados?.
La Argentina es un claro ejemplo de que sí. Cada domingo, cada sábado son el fiel reflejo de la ineficiencia policial y política que nos invade. Comenzando por el ascenso; en diciembre del año pasado, en el estadio del Deportivo Morón, la gente no soportó la desdicha de no ver al equipo campeón e ingresó a la cancha para hacer desmanes. Luego, en las afueras, quemaron dos patrulleros y rompieron los vidrios de algunos negocios de la zona. El COPROSEDE y la AFA castigaron al club con cinco fechas de suspensión del estadio y la quita de seis puntos. Pero... ¿para qué? Tras la clausura y pasadas las cinco jornadas, el equipo volvió a su casa; y la gente, volvió a ser la protagonista. A la salida, la policía abrió las puertas de ambas parcialidades a la vez !!! y algunos estúpidos de Morón, la mayoría menores, fueron a buscar a sus pares de Comunicaciones para apedrearle el colectivo. No conformes con eso, volvieron a romper un patrullero. La violencia, ¿no es la GRAN protagonista?
Trasladándonos hacia Primera División, en el último torneo, hinchas de Godoy Cruz se hicieron participes de la escena. Primer partido como locales de los mendocinos en la máxima categoría del fútbol nacional. Tremendos incidentes en los alrededores al Malvinas Argentinas hicieron que Favale, árbitro del encuentro, a los 17´ suspenda lo que sería una fiesta. ¿Qué se debe hacer? ¿Cuál es la solución? ¿Hay?
Disculpen por la no respuesta, y por la cantidad de interrogantes planteados; pero repito; si los dirigentes, quienes son los que organizan cada espectáculo (?¿¿?¿) no saben dar certezas sobre ésto, yo creo que estoy menos capacitado que ellos.