¿Es cierto que el fútbol argentino está en decadencia? Probablemente sí. Alguno podría decir, "pero como, si estamos continuamente exportando jugadores al fútbol europeo...". Es verdad; pero aún así, no evita la caída libre. Argentina, no sólo revaloriza y nutre el fútbol del continente más antiguo, sino que lo pone en lo alto. ¿Qué sería de España e Italia sin jugadores argentinos o brasileños?. De más está decir que comenzando por cada una de éstas selecciones, en el Mundial de Alemania 2006, tuvo participantes argentinos en sus filas (Pernía en España y Camoranesi en Italia).
Sin embargo, el problema esencial se radica en la realidad que mueve a Selección Nacional, no sólo ésta, la actual, sino las desde los años 87 al 2007. ¿Qué hicieron? ¿qué ganaron? ¿una Copa América!!!?.
¿Por qué nos creemos los mejores del mundo si apenas tenemos dos copas? Basta de creer que merecemos estar en la cima. Basta de presionar, de hacer de los noventa minutos una decisión de vida o muerte. El fútbol es así. A veces se gana, y muchas, muchas otras veces se pierde. No hay de que preocuparse ni tampoco perder la esperanza de que algún día la pelotita que se niega a cruzar la línea blanca del arco contrario, va a cruzar y que como lo hicieron alguna vez el "Kaiser" y Diego, volveremos a levantar a la Selección Nacional a lo más alto del mundo. Pero no hay que desesperarse, ni cargar de presión a chicos que no son campeones ni culpables del nudo en la garganta que tenemos todos los argentinos.
El fútbol local está en plena recuperación. Lo único que nos queda es prepararse y saber esperar nuestro turno.
Ojo, estamos primeros en el ranking FIFA.
Sin embargo, el problema esencial se radica en la realidad que mueve a Selección Nacional, no sólo ésta, la actual, sino las desde los años 87 al 2007. ¿Qué hicieron? ¿qué ganaron? ¿una Copa América!!!?.
¿Por qué nos creemos los mejores del mundo si apenas tenemos dos copas? Basta de creer que merecemos estar en la cima. Basta de presionar, de hacer de los noventa minutos una decisión de vida o muerte. El fútbol es así. A veces se gana, y muchas, muchas otras veces se pierde. No hay de que preocuparse ni tampoco perder la esperanza de que algún día la pelotita que se niega a cruzar la línea blanca del arco contrario, va a cruzar y que como lo hicieron alguna vez el "Kaiser" y Diego, volveremos a levantar a la Selección Nacional a lo más alto del mundo. Pero no hay que desesperarse, ni cargar de presión a chicos que no son campeones ni culpables del nudo en la garganta que tenemos todos los argentinos.
El fútbol local está en plena recuperación. Lo único que nos queda es prepararse y saber esperar nuestro turno.
Ojo, estamos primeros en el ranking FIFA.